Peru

La gestión del agua en Perú está regida por un marco normativo y políticas que buscan asegurar un uso sostenible y equitativo de este recurso vital. La Ley de Recursos Hídricos (Ley N° 29338), promulgada en 2009, establece principios fundamentales para la gestión integrada de los recursos hídricos en el país. Esta ley reconoce el agua como un bien de uso público y promueve la gestión sostenible a través de un enfoque de cuenca, buscando la participación de diversos actores, incluidos gobiernos locales y comunidades. Además, se crea la Autoridad Nacional del Agua (ANA), encargada de regular y supervisar la gestión de los recursos hídricos, además de fomentar la conservación y protección de las fuentes de agua.

Complementando la Ley de Recursos Hídricos, Perú también cuenta con la Política Nacional de Recursos Hídricos, la cual establece un marco estratégico para la gestión del agua hasta el 2030. Esta política se enfoca en asegurar el acceso al agua potable y saneamiento, promover la conservación de ecosistemas acuáticos y mejorar la infraestructura hídrica. Entre sus objetivos se encuentran la promoción de la eficiencia en el uso del agua, la prevención y control de la contaminación de fuentes hídricas, y la adaptación al cambio climático. En este sentido, se han desarrollado planes específicos como el Plan Nacional de Infraestructura de Agua y Saneamiento, que busca priorizar inversiones en las áreas más vulnerables, donde el acceso a estos servicios es crítico.

Finalmente, el país ha estado implementando un enfoque más integrado y descentralizado en la gestión del agua, con el fin de abordar los retos actuales y futuros. Este enfoque se refleja en iniciativas como el Sistema Nacional de Información sobre Recursos Hídricos, que permite un mejor monitoreo y gestión de los recursos hídricos. Asimismo, se han promovido alianzas entre el gobierno, organizaciones no gubernamentales y el sector privado para fortalecer la infraestructura y garantizar el acceso equitativo al agua. A pesar de estos avances, Perú enfrenta desafíos significativos, como el impacto del cambio climático y la gestión de cuencas, lo que requiere una atención constante y esfuerzos coordinados para lograr una gestión hídrica efectiva y sostenible​

GESTIÓN HÍDRICA EN PERÚ: DESAFÍOS Y ESTRATEGIAS PARA EL 2024

En la vasta y diversa geografía de Perú, el agua se erige como un recurso invaluable, crucial para el desarrollo sostenible, la prosperidad económica y el bienestar de la población. Sin embargo, la gestión del agua enfrenta desafíos críticos que se han exacerbado por la inestabilidad política, la deficiencia en la administración pública y los efectos del cambio climático. Desde la promulgación de la Ley de Recursos Hídricos en 2009, Perú ha buscado establecer un marco legal que promueva la gestión integrada y sostenible del agua. A pesar de estos esfuerzos, el acceso desigual a agua potable y saneamiento continúa siendo un problema alarmante, con una significativa porción de la población que aún carece de estos servicios básicos. En este contexto, el año 2024 se presenta como un momento crucial para adoptar medidas concretas que aseguren un futuro hídrico sostenible para el país.

Los desafíos en la gestión del agua en Perú son multifacéticos. A pesar de la riqueza hídrica del país, muchos ciudadanos carecen de acceso a agua potable y saneamiento, lo que agrava la pobreza y limita el desarrollo. La gobernanza hídrica también es frágil; la alta rotación de funcionarios y la politización de entidades clave como la Autoridad Nacional del Agua (ANA) debilitan la continuidad y efectividad de las políticas. Además, el cambio climático representa una amenaza significativa, afectando la disponibilidad y calidad del agua, lo que pone en riesgo la seguridad alimentaria, la salud pública y la biodiversidad. En respuesta a estos desafíos, se requiere una revisión exhaustiva de las estrategias existentes para fortalecer la gestión hídrica en el país.

Para abordar estos problemas, se proponen varias estrategias. En primer lugar, es fundamental consolidar la gobernanza integrada de los recursos hídricos, mejorando la coordinación entre las distintas entidades gubernamentales y promoviendo una gestión basada en cuencas hidrográficas. Incrementar la capacidad técnica de la ANA y garantizar la integración de la gestión de riesgos y adaptación al cambio climático en la planificación hídrica es esencial para enfrentar los desafíos actuales y futuros. Asimismo, se debe ampliar el acceso a servicios de agua y saneamiento, priorizando las inversiones en infraestructura para beneficiar a las poblaciones más vulnerables. Fortalecer la eficiencia y sostenibilidad de los proveedores de servicios mediante incentivos financieros y técnicos es también crucial para mejorar la gestión del agua en el país.

La gestión del agua en Perú en 2024 enfrenta desafíos complejos, pero al mismo tiempo, ofrece la oportunidad de adoptar un enfoque integrado y sostenible. Implementar las recomendaciones propuestas y abordar las causas estructurales de la crisis hídrica es esencial para asegurar que el agua, como fuente de vida y desarrollo, beneficie equitativamente a todos los peruanos. La ruta hacia un futuro sostenible es clara; el compromiso y la acción colectiva son más necesarios que nunca. A medida que el país avanza, es vital recordar que la gestión eficiente y equitativa del agua no solo es un imperativo económico, sino un derecho fundamental para cada ciudadano.

Índice de Puntos Importantes

1. Valor del Agua en Perú
   • Importancia para el desarrollo sostenible y bienestar.
   • Contexto histórico de la gestión del agua.
2. Desafíos Actuales
   • Acceso desigual a agua potable y saneamiento.
   • Gobernanza hídrica frágil y politización de instituciones.
   • Impacto del cambio climático en la disponibilidad y calidad del agua.
3. Estrategias Recomendadas
   • Consolidación de la gobernanza integrada.
   • Aumento de la capacidad técnica de la Autoridad Nacional del Agua.
   • Ampliación del acceso a servicios de agua y saneamiento.
   • Fortalecimiento de la eficiencia y sostenibilidad de los proveedores de servicios.
4. Perspectivas Futuras
   • Necesidad de un enfoque integrado y sostenible.
   • Compromiso colectivo para asegurar la gestión equitativa del agua